Uno de los puntos más importantes que tratamos en un proceso de divorcio es la custodia de los hijos. Los abogados y los Jueces priorizamos el bienestar o interés superior del menor en todo momento. Ahora bien, en torno a la custodia compartida, existen muchos mitos. En este artículo te explicaré qué es la custodia compartida, qué mitos la rodean y qué estrategias te doy para negociar una custodia justa y pacífica.
La custodia compartida es una modalidad en la que se reparte el tiempo entre los progenitores y en el que se comparte, por igual, la responsabilidad de criar a los hijos: tiempo de convivencia con ellos, toma de decisiones etc. Ahora bien: ¿Qué implica esta modalidad de custodia? Siempre lo remarco en las consultas: un alto grado de comunicación y cooperación entre los padres.
Algunos de los mitos que la rodean son los siguientes:
“La custodia compartida implica estar exactamente la mitad del tiempo con cada padre”. Eso no es así: los hijos no han de vivir exactamente la mitad del tiempo con cada padre, es decir, 50/50. Hay muchas variedades como por ejemplo la modalidad 2-2-3. Muy pocos la conocen, pero es el tiempo se reparte de la siguiente forma: Si tenemos en cuenta que una semana tiene 7 días, si optamos por esta modalidad, los hijos estarían 2 días con un progenitor, 2 días con el otro y luego se alternarían los fines de semana (de viernes a domingo).
El segundo mito que la rodea es que “La custodia compartida sólo es para los padres que se llevan bien”. En muchos casos, aunque los padres no tienen muy buena relación, pueden llegar a un acuerdo de custodia compartida dado que priorizan el bienestar de sus hijos.
El tercer mito que rodea a la custodia compartida es que “Los niños siempre prefieren vivir con uno de los padres”. Eso es rotundamente falso. Es primordial que los hijos tengan un relación estable y equilibrada con los padres por lo que compartir el tiempo con ellos tiene muchos beneficios emocionales para todos y, además, fortalece la relación con ambos padres.
Más allá de los mitos, te dejo algunas estrategias para negociar una custodia compartida justa y pacífica:
En primer lugar, trata de fomentar la comunicación y la colaboración con el otro progenitor en todo el proceso. Mi recomendación es que dejes al margen las diferencias personales y te centres en trabajar de forma conjunta con el otro progenitor por el bienestar de tu hijo. Ello dará mayor fluidez al proceso.
En segundo lugar, debes tener en cuenta las necesidades de los hijos y sus horarios. Muchos niños tienen actividades extraescolares, por ejemplo. Debemos tener en cuenta que es posible que debamos ser flexibles y adaptarnos.
Por último, te recomiendo que involucres, en la medida de lo posible, a los hijos en estos procesos. Debes escucharlos y valorarlos para saber también qué modalidad de custodia compartida les iría mejor. Piensa que los cambios en un divorcio no sólo te afectan a ti sino también a ellos. Hablar con ellos de los cambios que supondrá aplicar este tipo de custodia, tendrá un impacto positivo para todos.
Si estás pensando en acordar una custodia compartida, recuerda que es una modalidad de custodia que beneficia tanto a los niños como a los padres. Ahora bien, para que este modelo funcione con éxito, se requiere, en todo momento, que entre todos haya una buena comunicación, adaptación y flexibilidad.
Anna Nicolàs Torán
Abogada Experta en Derecho de Familia
M&C Abogados