La alineación parental es conocida como aquella manipulación emocional que un padre o madre ejerce sobre los hijos para que estos rechacen al otro progenitor. Es común encontrarla en los procesos de separaciones o divorcios conflictivos en los que los padres se están jugando las custodias de los hijos.
Este aumento de tensión entre las partes hace que, desgraciadamente, se traslade a los hijos.
Muchos conocen esta figura como una forma “sutil” de maltrato infantil porque se considera, por parte de los profesionales, como una “alteración del desarrollo psicológico y emocional del menor”.
Ejemplos de una alineación parental es que el niño se niegue en rotundo a visitar al otro padre, a compartir tiempo con él, que uno de los progenitores cuestione o critique todo lo que hace o deja de hacer el otro progenitor, etc. Lo que vulgarmente se conoce como “lavado de cerebro”. Muchos de estos niños alienados acaban teniendo miedo o vergüenza del otro progenitor, motivo por el cual, no quieren pasar tiempo con él.
La alineación parental puede ser diagnosticada por un profesional, como un psicólogo. En este cao, si queremos que sea utilizada como prueba en un juicio, debemos demostrar su existencia mediante una evaluación psicológica del menor. ¿Cómo podemos utilizarlo como prueba en un juicio? Solicitando al psicólogo que haga un Informe Pericial en que haga constar la evaluación psicológica del menor.
Por ello, si crees que tu hijo está sufriendo alienación parental por parte del otro progenitor, deberás demostrar además la existencia de otras pruebas como por ejemplo mensajes de WhatsApp, grabaciones etc., de que esto se está produciendo. Si te encuentras en esta situación, no dudes en escribirnos y te informaremos en detalle de cómo proceder.
Anna Nicolàs Torán
Abogada Experta en Derecho de Familia
M&C Abogados